martes, 5 de agosto de 2008

¿Os acordáis de Expiación?

Dado que lo prometido es deuda...Sigo recuperando artículos y organizando este blog en plenas vacaciones. El de hoy es un artículo de Expiación:más allá de la pasión, publicado unos meses atrás en Contrapicado. No me gustó demasiado la película y ya casi me he olvidado de ella. La semicomparé con la estupenda novela de McEwan en la que se inspira -en un ejercicio que generalmente se me antoja innecesario- y no encontré los valores que sí destacaron otros críticos. ¿Qué os pareció a vosotros? En ocho meses ha llovido mucho y no sé si el recuerdo beneficia a titulos tan insulsos y coyunturales como este...


McEwan no es Austen

Apenas un par de capítulos y uno ya se da cuenta de ello. A Ian McEwan le apasiona Jane Austen. No es que la cite en la primera página de su "Expiación" -la magnífica novela arranca con un fragmento de "La abadía de Northanger"-, es que va mucho más allá y la reivindica en cada una de sus frases. El tono intimista, la ironía, los conflictos de clase... muchos de los grandes rasgos de la autora de Orgullo y prejuicio siguen presentes en un trabajo que, pese a haber sido escrito a principios del siglo XXI, dialoga de tú a tú con las grandes novelas decimonónicas. Un diálogo en el que, sin embargo, ambos interlocutores literarios no comparten del todo el mismo punto de vista. Al fin y al cabo, han pasado casi doscientos años y, por mucho que la renovadora prosa de Austen siga vigente, McEwan es un narrador autoconsciente que sabe beber de la tradición sin resultar arcaico. Del mismo que Joe Wright y su equipo -sobre todo la guionista Deborah Moggach- actualizan y recuperan la esencia de Austen en su notable Orgullo y prejuicio, el autor de “Amsterdam” consigue ser fiel a las bases de la literatura británica con una narración metalingüística propia de nuestro tiempo. Desafortunadamente, no puede decirse lo mismo de Expiación: más allá de la pasión, la adaptación que intenta trasladar al cine la compleja obra de McEwan

La elección de Wright para la dirección parecía, a priori, acertada. Y más sabiendo que el resto de colaboradores del filme eran casi los mismos de su ópera prima. Pero el enfoque tomado por el guionista Christopher Hampton trivializa la esencia de la novela. Si bien McEwan parece haber quedado satisfecho con el resultado de la película -quizás porque el lúcido epílogo del filme recupera, parcialmente, el espíritu de su libro-, lo cierto es que Expiación: más allá de la pasión es un trabajo tan malogrado como indefinido. Las expectativas que se generan en los primeros 45 minutos (relato intimista, narración múltiple, belleza plástica) se rompen repentinamente en un fragmento bélico que fracasa en su acusada pretensión grandilocuente (la impactante, pero innecesaria escena de la playa). Para, más adelante, pasar a una austera historia hospitalaria que, en vez de ser dolorosa, resulta demasiado suave y convencional, y a una breve disputa emocional en el piso de la protagonista que, pese a recuperar el tono inicial, no emociona por las chocantes reacciones de unos personajes que parecen haberse transformado al margen del público. Estos constantes e incongruentes cambios de registro acaban afectando gravemente a un filme que, a mi modo de ver, frusta tanto al cinéfilo exigente (que busca una reflexión tras la tópica relación chico-chica) como al espectador más ocasional que ve como muchas de las posibilidades de una gran historia de amor en tiempos de guerra se van al garete en un relato escindido y desaprovechado.

Sería excesivo pedirle a una gran producción de Hollywood una reflexión metacinematográfica equivalente al discurso metaliterario de "Expiación", pero, al menos, cabría exigirle una narración clásica emotiva y bien contada. Algo que tampoco acaba de suceder en esta película irregular en la que, sólo al final, se intentan plantear los conflictos que -en caso de encontrarnos ante una adaptación más arriesgada- deberían haber sido predominantes: la capacidad de la ficción para manipular la realidad y la imposibilidad de contar una historia siguiendo los caminos tradicionales. Y es que, pese a algunos detalles ingeniosos (la melodía principal con punteos de una máquina de escribir, los juegos con las luces antes del primer encuentro de los amantes, el noticiario para descubrir la popularidad de la pareja rica), Expiación: más allá de la pasión acaba resultando una película fallida. Una obra que, en su corrección académica, no sólo intenta parecerse a Orgullo y prejuicio en forma (además de compartir actriz, visualmente son películas casi idénticas) sino también en fondo. Un gran error que paga caro el espectador. Porque, aunque haya vínculos entre ambos escritores, adaptar a Ian McEwan no es lo mismo que versionar a Jane Austen.

5 comentarios:

M. Jordan dijo...

A mi me sigue pareciendo una película original e interesante. Una nueva forma de explicar una historia muy trillada alejándose de los arquetípicos del cine haciendo que el espectador se encuentre de cara con la frustración de ver sus expectativas truncadas.

Te dejo el link a la crítica que hice en mi blog ;)

http://espejopintado.blogspot.com/2008/01/crtica-expiacin-ms-all-de-la-pasin.html

Carles Matamoros dijo...

Interesante lectura de la película, Mónica. Aunque, en el fondo, no opinemos tan diferente. Lo que sucede es que esa escena de la playa marca bastante la opinión de cada uno. A ti te pareció baziniana, a mí me resultó de una impostura que trivializaba lo visto anteriormente.

El final es lo más sugerente del filme, pero llega demasiado tarde. Mas cuando apenas ha habido pistas que lo justifiquen. Aunque el chasco que se llevaron los que iban a ver una love story debió ser de campeonato...

PD: Keira està muy mal en su papel y eso también condiciona.

Cris dijo...

yo, más que de la película, que está en mi lista de las más odiadas del año, me acuerdo de tu crítica (de las que te he leído, una de las que más me ha gustado y no lo digo solo porque coincida con la opinión que te merece la peli sino por como está expuesto todo). aguanté hasta el final por los pelos y, efectivamente, la secuencia de la playa fue, para mí, la gota que colmó el vaso.
saludos

Carles Matamoros dijo...

Gracias Cris. Siempre es de agradecer saber que tienes lectoras tan talentosas como tú!

Aunque alguien dijo "que son pocas las películas que se recordarán en el futuro, pero menos aún los nombres de quienes escribieron sobre ellas".

Contra eso luchamos.

Un saludo

BUDOKAN dijo...

Hola, la verdad es que aún no he podido ver este film que estuvo nominado al Oscar. Muy buen post. Saludos!