domingo, 15 de junio de 2008

Encarnación, un filme sin atención mediática



Sin que apenas no demos cuenta, en la cartelera de Barcelona y Madrid suelen aparecer semana tras semana propuestas sugerentes y (presuntamente) minoritarias que sin alzar la voz aportan más que la mayoría de títulos promocionados a múltiples niveles. No duran demasiado en cartel, pero bien merecen una visita en sus escasos pases. Este viernes se estrenó la última película de Catherine Breillat y se recuperó Madre e Hijo de Sokurov. La semana pasada llegó Encarnación, estupendo filme visto en la Sección Oficial de San Sebastián.

A medio camino entre Lucrecia Martel y François Ozon, la cineasta argentina Anahí Berneri vuelve a salir airosa tras el éxito crítico de su ópera prima,
Un año sin amor. Esta vez, su objetivo es capturar cuerpos y silencios. Y lo consigue narrando en bellos encuadres el sosegado retorno de una vedette venida a menos a su pueblo natal. El choque de mentalidades con la familia que la desprecia y el reencuentro con su pasado son los temas subyacentes. Pero el interés está más bien en la forma en que la protagonista, que nunca ha llegado a ser la gran actriz que esperaba ser, intenta reafirmarse como mujer ante la evidencia que ha envejecido y que ya no puede aspirar a otra cosa que a salir en anuncios de bajo coste. Su cuerpo y su rostro -el de la magnífica Silvia Pérez que, no casualmente, también es en la realidad una actriz de éxito casi olvidada en su país- que intenta rehacer mentalmente su vida pasando unos días en un bungalow, en las afueras de su pueblo pero alejada de la casa familiar y de los posibles reproches. Allí intenta recuperar su sexualidad, pero también recibe las visitas de su joven sobrina, la única pariente por la que siente aprecio, pero también la única rival en sus intenciones. La aparición de este nuevo cuerpo dispara un sugerente choque generacional que, por momentos, recuerda al de Ludivine Sagnier y Charlotte Rampling en Swimming Pool. La sangre no llega al río, pero en los rasgos envejecidos, en los silencios y en las miradas de la protagonista, uno descubre el valor de quien ha aceptado su nueva situación personal sin renunciar a las ganas de vivir. Por mucho que la juventud acapare el protagonismo, el viaje ha abierto nuevos caminos una vedette que no se arrepiente de lo vivido.

2 comentarios:

Shangri-la dijo...

Hola. Te invitamos a visitar nuestra revista sobre cine y literatura. Un saludo.

mge dijo...

Me gustó mucho esta película. Es muy buena la actuación de Silvia Pérez.

Tan íntima que es corporal.

Saludo!