El final del festival se acerca y tengo sensaciones encontradas. Por un lado, me apetece mucho descansar tranquilamente en casa y por otro, me gustaría quedarme eternamente en este lugar tan especial; lleno de amigos, de buenas películas y con un estupendo (y mítico) restaurante chino.
Pero...¿qué le vamos a hacer? Ahora sólo es cuestión de cumplir el expediente, ver los últimos filmes apetecibles y enviar la última crónica. Luego será momento de valoraciones y balances.
Sin ninguna otra batallita que explicar, os dejo aquí mi cuarta crónica de Miradas (creo que hay un pequeño problema con la foto, pero confio en que se solucione pronto).
Espero que os entren ganas de ver las tres pelis comentadas.
Saludos
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