sábado, 23 de enero de 2010

Ricky o el horror de la paternidad

Este artículo ha sido publicado en el número de enero de Miradas de Cine.


Tengo miedo a la paternidad (y otras fantasías)

Si examinamos con atención la trayectoria de François Ozon descubriremos que ésta es, cuanto menos, singular. En ella encontramos desde el thriller visceral (Amantes criminales, 1998) hasta el musical manierista (8 mujeres, 2002), pasando por una adaptación de una obra teatral de Fassbinder (Gotas de agua sobre puentes calientes, 1999) e incluso un drama íntimo sobre la condición homosexual (El tiempo que queda, 2005). A finales del año pasado, el cineasta francés se plantó en San Sebastián con El refugio (2009), una contenida película sobre la maternidad. No es descabellado hallar —como ha hecho, por ejemplo, Àngel Quintana— un vínculo entre esta última obra (aún inédita en nuestras pantallas) y el filme que nos ocupa. Pero estimo que intentar articular, a partir de ahí, un discurso autoral alrededor de Ozon es de lo más apresurado e inexacto. Sobre todo, si tenemos en cuenta su probada ambivalencia —equiparable al que, a mi entender, sería su homónimo británico, Michael Winterbottom— que tanto da lugar a propuestas más cercanas a una suerte de mainstream europeo —heredero del antaño criticado cinéma de qualité— como a filmes más herméticos en los que sí descubrimos a un realizador dispuesto a ir más allá de su trasnochada imagen de enfant terrible.


El caso de Ricky vendría a ser —aún más si cabe— de lo más particular. El proyecto surge a partir de un relato breve —titulado Moth (“Luciérnaga”)— de la novelista Rose Tremain que pone en juego, en palabras del propio Ozon, “la irrupción de un acontecimiento maravilloso (…) en un ambiente muy anclado en una realidad pobre”. En ese choque de contrastes reside, precisamente, el mayor interés y, a su vez, el mayor fracaso de una película que no sabe (no quiere) posicionarse e intenta moverse en un término medio que no convence ni al público que ansia un retrato de “lo real” ni al que busca una fábula escapista. No pienso que un cineasta deba dirigir para satisfacer los gustos de un determinado espectador hipotético, pero, aun considerando el atrevimiento temático del realizador francés, no puedo dejar de pensar que Ozon no tenía del todo claro lo que pretendía contar y que, al ver su film, son muchos los que sentirán una cierta perplejidad (o peor aún, indiferencia) ante un trabajo donde las ideas del director no están tan maduradas como sería deseable.


Un servidor, que siente especial predilección por el Ozon más juguetón y seductor (pienso ahora en la parcialmente fallida pero reivindicable Swimming Pool), considera que el mayor atractivo de Ricky reside en su (por momentos) aterrador acercamiento a la paternidad (o a la maternidad) como engendradora de demonios (en forma de ángeles) capaces de carcomer toda relación afectiva y de tensar hasta el límite el cordón umbilical de la convivencia. Tanto me da que el niño, en este caso, tenga alas o llore más de lo habitual (ojo al provecho que el director saca a los cargantes gemidos en fuera de campo que emite el bebé). Lo grave aquí es la sola presencia en escena del infante que, tal como sucedía en ese subyugante alegato contra la reproducción que es Cabeza Borradora (David Lynch, 1976), logra despertar los fantasmas de un espectador que vislumbra el reverso negativo de tener hijos y, a su vez, se replantea el sentido de tan socializada y mitificada ley natural.


No soy padre, pero Ozon ha conseguido que me lo piense bien antes de dar el paso. Al fin y al cabo, y al igual que Sergi López (protagonista de Ricky), también he nacido en Cataluña y por mucho que en Francia mi ambigua nacionalidad [inciso: alguien debería estudiar todos los papeles de López en el extranjero y analizar la imagen de “lo español” o “lo catalán” que está representando] se asocie a una cierta bestialidad animal (el detalle del vello corporal del actor es de lo más gracioso) no puedo más que plantearme cuestiones parecidas a las que apunta al director en el tramo central de su filme. Todo ello, claro, antes de que el globo se hinche demasiado y la burbuja de lo fantástico (o del aún lejano deseo personal de reproducirme) estalle en un final que pretende ser catártico, pero que, aun sin quererlo, acaba resultando de lo más conformista y equívoco. Más aún, si lo comparamos con el poderoso plano fijo con el que arranca un filme que promete ser algo que nunca llega a ser.

martes, 19 de enero de 2010

Transit 3: Online!


Transit 3 ya está online con, entre otras cosas, un especial dedicado a esa obra de culto titulada Amer. Disfruten ustedes de la lectura! El parto ha sido largo, pero satisfactorio.

jueves, 14 de enero de 2010

Lo mejor del año en Miradas


Tras mi lista personal, he aquí el especial de Miradas de Cine con reseñas de muchas de las mejores películas de este año y el listado de colaboradores y amigos. Como casi siempre, contamos con la imprescindible selección (comentada) del gran Miguel Marías plagada de tíitulos apetecibles.

Mi participación se limita a un artículo sobre la estupenda Cuscús, un filme olvidado y poco reseñado que apenas aparece en los listados de este año (en Cahiers España no la vota nadie y en Miradas solo tres personas) pero que bien merece un visionado atento.

PD: La ganadora de la votación es, obviamente, Malditos Bastardos.

sábado, 9 de enero de 2010

Top 2009


Es tiempo de listas y no vamos a quedar al margen. He aquí las mías:

Cine estrenado durante 2009 en España
1.Malditos bastardos (Quentin Tarantino, 2009)
2.The Sky Crawlers (Mamoru Oshii, 2008)
3.Singularidades de una chica rubia (Manoel de Oliveira, 2009)
4.Los límites del control (Jim Jarmusch, 2009)
5.Paranoid Park (Gus Van Sant, 2007)
6.S21: La máquina roja de matar (Rithy Panh, 2003)
7.Ponyo en el acantilado (Hayao Miyazaki, 2008)
8.Cuscús (Abdel Kechiche, 2007)
9.El vuelo del globo rojo (Hou Hsiao Hsien, 2007)
10.Un cuento de Navidad (Arnaud Desplechin, 2008)
11.Adventureland (Greg Mottola, 2009)
12.Enemigos públicos (Michael Mann, 2009)
13.Yuki y Nina (Nobuhiro Suwa, Hippolyte Girardot, 2009)
14.Je veux voir (Khalil Joreige & Joana Hadjithomas, 2008)
15.Vals con Bashir (Ari Folman, 2008)
16.Secret Sunshine (Lee Chang-dong, 2007)
17.The Box (Richard Kelly, 2009)
18.Still Walking (Kore-Eda, 2008)
19.Los abrazos rotos (Almodóvar, 2009)
20.La clase (Laurent Cantet, 2008)
21.Liverpool (Lisandro Alonso, 2008)
22.Los condenados (Isaki Lacuesta, 2009)
23.El brau blau (Daniel Villamediana, 2009)
24.Up (Docter/Peterson, 2009)
25.Gran Torino (Clint Eastwood, 2008)
26.Déjame entrar (Tomas Alfredson, 2008)
27.The Wrestler (Darren Aronofsky, 2008)
28.Mad detective (Johnnie To, 2007)
29.500 días juntos (Marc Webb, 2009)
30.Milk (Gus Van Sant, 2008)

Reestrenos y llegadas tardías
Let's get lost (Bruce Weber, 1988)
Mishima (Paul Schrader, 1985)
Mi vecino Totoro (Hayao Miyazaki, 1985)


Cine invisible (aka festivalero)
Amer (Helene Cattet y Bruno Forgazi, 2009)
Visages (Tsai Ming Liang, 2009)
Between two worlds (Vimukthi Jayasundara, 2009)

Villalobos (Romuald Karmakar, 2009)
California company town (Lee Anne Schmitt, 2008)
Morphia (Alexei Balabanov, 2009)
Independencia (Raya Martin, 2009)
Nanayo (Naomi Kawase, 2009)

Phantoms of Nabua (Apichatpong Weerasethakul, 2009)
Accident (Cheang Pou-soi, 2009)
Soul Power (Jeffrey Levy-Hinte, 2008)
Lebanon (Samuel Maoz, 2009)

Pendientes
Vincere (Marco Bellocchio, 2009)

Ne change rien (Pedro Costa, 2009)
Morrer Como Um Homem (João Pedro Rodrigues, 2009)
A Religiosa Portuguesa/La Religieuse portugaise (Eugène Green, 2009)
La Danse-Le Ballet de l'Opéra de Paris (Frederick Wiseman, 2009)

Vengeance (Johnnie To)
Go Get Some Rosemary (Ben & Joshua Safdie)

The House of the Devil (Ti West)
À l'aventure (Jean-Claude Brisseau)
La Famille Wolberg (Axelle Ropert)
Enter the Void (Gaspar Noé, 2009)
Nymph (Pen-Ek Ratanaruang, 2009)
Lunch Break (Sharon Lockhart, 2009)
Les Herbes folles (Alain Resnais, 2009)
Film Ist: A Girl & A Gun (Gustav Deutsch, 2009)
Like You Know It All (Hong Sang-soo, 2009)
Ruhr (James Benning, 2009)
Irene (Alain Cavalier, 2009)