Todo nacimiento implica un proceso complejo. Los nueve meses de gestación están llenos de imprevistos y, por mucho que nos esforcemos (nos programemos), la llegada del hijo nunca es en la fecha pensada. Al final, si hay suerte y existe la inestimable ayuda de los médicos (o de los informáticos), este nuevo ser ve a la luz y se prepara para iniciar una vida que esperemos sea larga y fructífero. Éste es nuestro afortunado caso. Nuestro hijo (el de Covadonga G.Lahera, Cristina Álvarez y el de un servidor) ha nacido en la red y, aun considerando que no es todo lo ideal que desearíamos, confiamos en educarlo lo mejor posible y covertirlo en uno de los alumnos más aventajados (y más libres) de la clase cinéfila.
Su nombre es Transit y desde hoy os invitamos a conocerlo. Admite críticas y colaboraciones externas. Sus ideales quedan manifestados aquí, pero el margen de crecimiento es amplio. Cada dos meses estaremos allí. Sin preocuparnos en exceso por la actualidad y sí por los experimentos literarios, las derivas varias y los juegos audiovisuales. Todo por el bien de una revista bimestral que llega en son de paz y con entusiasmo inaudito. Gracias a todos por estar ahí. Y esperemos que la disfrutéis y nos ayudéis a mejorarla.
Transit es ya es una realidad palpable.
Muchos abrazos,
Carles Matamoros
PD: Mis dos artículos en este primer número están dedicados a las conexiones entre Mamma Roma y La calle de la vergüenza y a la extraordinaria obra de Gianikian y Ricci Lucchi.
Su nombre es Transit y desde hoy os invitamos a conocerlo. Admite críticas y colaboraciones externas. Sus ideales quedan manifestados aquí, pero el margen de crecimiento es amplio. Cada dos meses estaremos allí. Sin preocuparnos en exceso por la actualidad y sí por los experimentos literarios, las derivas varias y los juegos audiovisuales. Todo por el bien de una revista bimestral que llega en son de paz y con entusiasmo inaudito. Gracias a todos por estar ahí. Y esperemos que la disfrutéis y nos ayudéis a mejorarla.
Transit es ya es una realidad palpable.
Muchos abrazos,
Carles Matamoros
PD: Mis dos artículos en este primer número están dedicados a las conexiones entre Mamma Roma y La calle de la vergüenza y a la extraordinaria obra de Gianikian y Ricci Lucchi.