Fui feliz estos primeros tres días en Sitges. He vuelto al curro y me siento absolutamente fuera de lugar, incapaz de retomar el ritmo e incubando una posible gastrointeritis. ¿Serán las pizzas y los bocatas? Estoy seguro que la cura (si es que realmente me pongo enfermo) llegará cuando vuelva a finales de semana a la costa catalana y me vea un montón de pelis que me apetece disfrutar en compañía. La comida y la bebida ya serán otra historia. Por ahora, todo está siendo muy interesante. Y he gozado -con la primera acreditación para Transit mediante (!!!)- con la presencia de caras conocidas, amigos, camaradas y cineastas que nunca me fallan. No sé. Supongo que se puede ser feliz dentro y fuera de un cine. O en los dos sitios a la vez.
Será que estoy optimista, pero, a excepción de Crows 2 (que tiene sus momentos y sus buenas hostias, no vamos a negarlo), he disfrutado de casi todo lo que he visto. No entraré en análisis (eso ya llegará, o no), pero me gustaría deciros que, aun siendo (semi)fallida, la de mi querido Tsai (Visage) no es el desastre que se dijo (hay encuadres para enmarcar), la de Raya Martin (Independencia) tiene bastante tela (en el buen sentido) y, sin ser una obra total, es muy estimulante para los consumidores de cine-club (compañeros de butaca dixit), la de Marine de Van tiene su aquel (aunque al final se pierda en obviedades) y las dos de animación -Musashi y Summer Wars- merecen la pena por su variedad de registros y golpes ingeniosos. La primera peca de densa, la segunda de noña. Las dos sin embargo conforman un buen cocktail.
Y hasta aquí las novedades. Por ahora, estoy viendo más retrospectivas y poco o nada sé aún de la sección oficial. Espero que el maratón del último día colme mis ansias de vísceras y novedades. Porque Sitges es un festival de cine de terror y uno no puede irse sin una gran sesión nocturna entre fans. Por cierto ¡Corman es muy grande! Y Vincent Prince ni te digo...Recuperad El péndulo de la muerte cuando podáis. No envejece.
Y hasta aquí las novedades. Por ahora, estoy viendo más retrospectivas y poco o nada sé aún de la sección oficial. Espero que el maratón del último día colme mis ansias de vísceras y novedades. Porque Sitges es un festival de cine de terror y uno no puede irse sin una gran sesión nocturna entre fans. Por cierto ¡Corman es muy grande! Y Vincent Prince ni te digo...Recuperad El péndulo de la muerte cuando podáis. No envejece.
2 comentarios:
"Porque Sitges es un festival de cine de terror y uno no puede irse sin una gran sesión nocturna entre fans."
Eso te iba a decir... Aunque luego me critiques por ir a ver vísceras, sangre y ciencia ficción fallida en vez de escoger a Raya Martin y Tsai... ;)
Por cierto, yo estoy incubando anginas (lo de la temperatura del Auditorio es para darles de ostias) y ya sabes que no soy la única.
Andrés espera tu vuelta con inquietud. El resto también pero tampoco tanto... jajajaja, es broma. Ya sabes que echo de menos un abrazo oso nada más despertarme.
Un besote!
Tienes razón Mónica. Yo también tengo mono de vísceras, pero eso no quita que me pierda las películas más apetitosas del festi por cualquier truño...
Espero que cuando vuelva a a "Andrés", se acuerde de mí y aún podemos asistir a una midnight xtreme.Eso sí... Si no te quedas más días en el apartamento, te vas a perder mi abrazo matutino!
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