En tanto que espacio sagrado para los cinéfilos, la sala de cine ya hace tiempo que ha perdido su mística y progresivamente va dando pruebas de sus nuevos usos. Es el signo de los tiempos y no hay que rasgarse las vestiduras por ello. 51 salas darán el partido de mañana (con el sold out garantizado) en el que parece la puesta en marcha de un negocio en alza que va a continuar en próximas jornadas de la Liga de Fútbol Profesional. Está por ver si, más allá del Barça-Madrid, muchos espectadores se decantarán antes por el cine que por el bar o el salón de casa, pero parece evidente que, sin este tipo de acontecimientos, las salas tienen las de perder. Y a los que aún nos sigue fascinando la idea de ver películas en pantalla grande no nos debería molestar que los cines sobrevivan. Sin ellos, poco tenemos que hacer.
Ahora bien, ¿qué haran los no futboleros los domingos por la tarde? Antes se decía que una buena alternativa para huir del fútbol era visitar el cine... Ahora es posible que allí te encuentres con más fanáticos que en el bar de la esquina. En cuanto a mí, ningún problema. Veré el derby en el campo, a la vieja usanza. Y seguiré reivindicando sin ruborizarme que ciertos partidos son también una obra de arte.
Ahora bien, ¿qué haran los no futboleros los domingos por la tarde? Antes se decía que una buena alternativa para huir del fútbol era visitar el cine... Ahora es posible que allí te encuentres con más fanáticos que en el bar de la esquina. En cuanto a mí, ningún problema. Veré el derby en el campo, a la vieja usanza. Y seguiré reivindicando sin ruborizarme que ciertos partidos son también una obra de arte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario